reparando mis fuerzas,
con tu dulzura.
Nada yo temo.
Por cañadas oscuras
estás conmigo.
Y tus palabras
se llenarán de sueño
en mi morada.
Y de perfume,
el alma me reparas
con tus fragancias.
Sanas las llagas.
Y vendas las heridas
si en mí habitas.
Con mil estrellas
recorres mi refugio.
Misericordia.
Son tus ofrendas
y por la senda recta
toda la vida.
+Capuchino de Silos
'
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