Hace
algunos días comencé la canastilla al Niño que muy pronto nacerá. Se acerca la
hora de su nacimiento y quiero que toda ella esté acabada para cuando nazca. Ya
queda poquito para ese gran día y mi deseo es que resulte primorosa como si la
hubiesen preparado los ángeles.
Toda su
ropita la estoy tejiendo en lana blanca; la toquilla, los patuquitos, los
jerséis. Todo, todo es blanco para que su piel y pureza lo hermoseen mucho más
y su Madre disfrute de júbilo, y goce al cogerlo entre sus brazos para
acunarlo.
Están
siendo unos días de mucha alegría y satisfacción al ir tejiendo cada prenda.
Cada punto tejido es un pensamiento para ese mi Niño, pensando cómo serán sus
ojos, su boquita, su naricita, sus deditos o su pelo. ¿De qué color será su
pelo, me pregunto?: ¿rubio, moreno, castaño, pelirrojillo, quizás? No sé, no me
lo imagino. Sé que será el Niño más bonito y maravilloso que haya nacido jamás
y mientras tejo le abro la celda de mi humilde corazón y le digo: ven, Señor
Jesús, ven pronto, no me dejes sola ni un momento. Quiero que seas mi fuerza y
mi luz, mi consejero y mi respiro. Quiero conocerme para mejor conocerte. Necesito
que me ayudes y que alumbres mis noches. Que enciendas el fuego de mi corazón y
que te lleves todas las hojas secas y las flores que estén marchitas de mi
pobre alma.
Ven,
Señor Jesús.
+C.
Que hermoso lo que dices. Para mí y para muchos de mi peís, lo que cuentas es un a novedad. No conocemos esta costumbre, te pediría si te es posible la amplies para transmitirla en nuestra comunidad. Un beso.
ResponderEliminarIsabel
Buenas tardes Capuchina. ¡Que artística preparación del Adviento!. Cocina, pintura,música, ¿También punto y ganchillo?.Un abrazo.
ResponderEliminarQue forma tan hermosa de adentrarnos en lo que viene. Genial. Un beso
ResponderEliminarYo no ando de paciencia ahora como para hecer punto Capuchino, pero si digo contigo Ven Señor Jesus. Tal vez la llegada de ese NIño y su dulce gorgojeo de alegria y serenidad a esta cabezita loca.
ResponderEliminarUn abrazo guapo.
Todo ternura... me recordaste un cuento de mi infancia, un cuento que dió lugar a una tradición... la camisita del Niño Jesús... cada año una... para que no se enfrie en su cuna...
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte.
Capuchino de Silos, es una maravilla tu entrada... Tienes una fe increíblemente fuerte y llena de luz, tus escritos transmiten mucha paz, y te lo digo desde el corazón, la noche que descubrí tu blog, estaba muy triste, por varios motivos. Yo cuando me encuentro así, me repito el salmo..." El Señor es mi pastor," me conforta mucho, pero esa noche, no consegúia desplegar mis alas de esperanza... y entonces llegué a tu blog, y fue como la luz que derribo de su montura a Pablo de Tarso...
ResponderEliminarGracias por todo lo que me diste sin saberlo esa noche. Un abrazo.
Maravilloso... Esto lo habría firmado una Teresa de Jesús.
ResponderEliminarUn abrazo enorme!!!!
Capuchino bellos trabajos.
ResponderEliminarUn cordial saludo desde…
Abstracción textos y Reflexión.
Dios te bendiga, Capuchino de Silos, ¿podrías ayudarme?
ResponderEliminar¿Cómo podría colocar esos gadget en mi blog? He intentado encontrar como los que tienes, tierra que gira... el reloj que tiene sonido por ejemplo. No conozco los enlaces, muchísimas gracias
Preciosa entrada
ResponderEliminarPrecioso adviento
Gracias por ir metiendonos en esta etapa
Preciosa entrada de Adviento.
ResponderEliminarUn abrazo.
Este año, 2018, te había hecho un trajecito y una capita dorada preciosa para ponértelo el día 7 (tu sabes), antes del día de la Virgen, pero me he encontrado, que alguien te había puesto encima del encaje de la camisita que te hice otro año, una gola y no te lo puedo poner. Cuánto dolor sentí.
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