Sepulcro del Señor
El dolor de una Madre
"Jesús hace del dolor una oración, de la muerte una ofrenda, de la cruz un sacrificio de amor. Jesús vivió el dolor con el supremo sentido que el hombre puede encontrarle en este mundo: un vaciamiento total de sí y una liberación absoluta ante la plenitud de Dios. El dolor se convierte en camino de encuentro con Dios y abandono total ante su misteriosa voluntad. Es un dolor aceptado, asumido, integrado en su destino..., y así un dolor suave, pacífico, llevadero, luminoso"
Dulce y grande es Tu amor.
Amarga y negra Tu muerte
como el corazón de los arbustos
en la oscura noche que me inunda.
+C.
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Igual que una madre se alegra en el momento del dolor del parto porque sabe que de su dolor nace una nueva vida, igual nos alegramos porque sabemos que Resucitará, y nosotros con Él.
ResponderEliminarEn esa piedra, a la entrada de la Basílica del Santo Sepulcro de Jerusalén, que representa el lugar donde Cristo fue ungido tuve la oportunidad de orar.
Os deseo que esta noche de Pascua, os sintáis ungidos y podáis vivir la Resurrección con mayor intensidad, aún, que habéis vivido la Pasión en vuestra preciosa y envidiable Sevilla y gritéis fuertemente ¡MARANATHÁ, EL SEÑOR HA RESUCITADO!.
Yo os oiré y os responderé desde Murcia ¡VERDADERAMENTE HA RESUCITADO!.
Así es Man, como esa madre que espera la llegada del hijo nuevo, así nosotros nos alegraremos esta noche en la Pascua de Resurrección.
ResponderEliminar¡Qué suerte el haber orado en esa piedra donde Cristo fue ungido!¡Qué suerte!
Nos acordaremos especiamente esta noche y nos felicitaremos mutuamente.
P/D ¿Pudiste ver la contestación de mi comentario en la entrada tuya de ayer?
Si sigues entrando por la Basílica a la izquierda y en el centro, hacia la derecha, de la nave central, está el Santo Sepulcro. Allí pudimos asistir a una Eucaristía, muy muy de mañana y con un tiempo escasísimo y supercronometrado (como sabes esa Basílica la llevan, como casi todo, la iglesia ortodoxa y no te creas que son todo facilidades para los católicos y se enfadan mucho si te retrasas unos segundos) pero pude entrar al interior del sepulcro y orar un momento ante el lugar desde donde Resucitó.
ResponderEliminarP.D. Vi que fuiste la primera en comentar a mi entrada de ayer, pero me quedé esperando tu anunciada vuelta.
¿Has visto que ya he puesto música? Pero cuando estamos los dos abiertos se arma un "galimatías" de música pues se suman las dos. Por eso he puesto mi reproductor al inicio de la página para que sea más fácil el pararla.
¿Viste que te dediqué el Paso de la Dolorosa de Salzillo?
ResponderEliminarSé Man, que es muy difícil la entrada para los católicos. Lo sé de buena mano.
ResponderEliminar¡Qué suerte Dios mío!.¿Y qué sentiste? Tuvo que ser algo sobrenatural. Yo, por menos, me caigo al suelo.
Man: Creo, que a partir de ya, mis comentarios te los enviaré a tu correo personal, si no te importa. Alguien manipula mis correos. En el Blog de Luis salen duplicados o triplicados, o no salen, depende. Te lo digo, porque me lo ha dicho mi informático. Que todo, todo, se puede manipular. Tiene que ser una persona entendida que sepa hacerlo.
Te escribí un correo enorme, y para mi gusto, correspondía íntegramente a tu maravillosa entrada. No te digo más, que me emocioné unas pocas de veces.
Tu entrada me pareció de auténtico lujo. A ese hombre le dirigió Dios el corazón, la mente y las manos para hacer esas obras con tanto misticismo.Están más cercanas al cielo que a la tierra. Ví la Dolorosa y el Requiem.
A ti, te escribí unas palabras especiales que separé del resto del comentario. A La Cena, expresamente, le dedique una atención especial por su plasticidad y terminé con la Dolorosa y el Requiem. Me encantó.
Me dió mucha pena, es la verdad, porque escribí con el alma y cuando se escribe así, las cosas salen mejor. Ayer me encontraba inspirada después de ver tu MARAVILLOSA entrada. ¿Qué se le va hacer!
Muchas gracias por todo y un fuerte abrazo
Que preciosidad de entrada Capuchino.
ResponderEliminarYo, Dios mediante, iré el año que viene a Tierra Santa...y la verdad es que me muero de ganas...conociéndome seguro que me da más de un soponcio por alli! jeje.
Que pases un buen día.
Andy: ¿Me traes una piedrecita de allí? Y me la mandas ¿si?.¡Qué alegría!
ResponderEliminarDe Medjugorje me trajo mi hija una piedra y la tengo en mi estudio.
A tí te da un suponcio. Yo me caigo al suelo redonda y no sé si vuelvo.
Un abrazo
Hermosísima entrada Dios te bendiga, precioso blog el tuyo.
ResponderEliminarBesos
¿alguien sabría decirme que pone la inscripción que está en la losa del sepulcro, a lo largo del borde?
ResponderEliminarCapuchino, seguro que ya conoces la antigua homilia de Sábado Santo ... si no es así búscala a través de google (en su primer enlace que lleva a la web del Vaticano)
Y feliz noche de Pascua!
Esperanza te buscaré la inscripción. Yo no lo sé. Pero Man ha estado allí. Se lo preguntaré y te los digo.
ResponderEliminarTe deseo toda la felicidad para ti y tu familia. A mi familia del blob la tendré muy presente en esta preciosa Pascua.
Un besazo
Medianoche. Para ti un recuerdo muy especial en esta noche de Pascua desde España.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus halagos.
Besos
Quuerida amiga, muy buena entrada, felicidades.
ResponderEliminarTe envio un gran abrazo y que tengas Felices Pascuas.
Besos Isthar
Querida Isthar: En esta noche de Pascua te recordaré especialmente. Rezaré por todos. Vosotros sois mis otros hermanos.
ResponderEliminar¡Qué tengáis unas muy Felices Pascuas!
Un fortísimo abrazo
Capuchino... a mi no me gusta para nada la iglesia católica, sin embargo respeto mucho a Cristo, su vida y su mensaje. Esto que nos transmites acerca del dolor me llega demasiado profundo, que difícil es para una, imperfecto mortal, aceptarlo y liberarse.
ResponderEliminarEva: Si respetas a Cristo, su vida y su mensaje, tienes tu propia manera de amarlo, de quererlo, pues su mensaje te llega a lo más profundo de tu propia alma.
ResponderEliminarTe tengo especial cariño. Me preocupé mucho cuando nos dijiste adiós y luego llegó el terremoto...lo sentí tanto, como me alegré cuando te incorporaste y nos dijiste que vivía y que volvía.
Un fuerte abrazo y felicidades.