El hombre del tiempo dice que gradualmente llegará el
frio y la lluvia y, como el agua que escapa entre los dedos, se nos va yendo
octubre.
Pronto, muy pronto, las calles las pasearemos llovidas
ignorando aquel color que tuvieron, y, pronto, también, con el Adviento, empezaré
dulcemente a soñar con la llegada del Niño.
Hoy, duele mi pensamiento, porque
todo es serio, muy serio.
Mi perrita, Fusa, desconocedora, juega sola con la pelota amarilla como si
estuviese iluminada.
El tiempo, mientras tanto, camina
entre las horas sin que se rompa en pedazo.
Y aquí, dentro, muy dentro, percibo: “quédate tranquila” con un ligero aroma a chocolate que me
hace despertar entre notas armonizadas de Bartok.
Qué bien suena la buena música, aunque sea ensombrecida por
el llanto.
+Capuchino de Silo
tu bonita descripción hace que apetezca que el fío y la lluvia lleguen.
ResponderEliminarQue importante es cuidar el cómo expresar y decir las cosas...
Saludos
Buenos días Capuchina. Aquí también ha cambiado el tiempo y hemos de avivar la caldera del corazón.Un abrazo.
ResponderEliminar