miércoles, 27 de abril de 2011

De la muerte a la vida‏



Jessica Council sintió las primeras molestias en la garganta en agosto del año pasado. Fue a ver el médico. Tras revisar dos veces a su paciente, declaró que no había por qué alarmarse. Pero el 22 de noviembre tuvo que ingresar al hospital por insuficiencia respiratoria. Al día siguiente, los médicos le dieron dos noticias: tenía cáncer y estaba esperando un hijo.

Mientras su esposo Clint experimentó «todas las emociones que puedas imaginarte... excepto gozo», la reacción de Jessica fue de «una mezcla de miedo y sorpresa», pensando que la amenaza recaía también en el bebé que estaba esperando.

El 25 de noviembre el hospital ofreció a la pareja la posibilidad de abortar, pero «nunca fue una opción. Eso es como el blanco y el negro». Pero ¿y los tratamientos para el cáncer? Jessica se giró hacia Clint y se negó en rotundo aceptar la quimioterapia.

Los días pasaban y en el tercer trimestre los doctores volvieron a la carga: el niño está ya casi desarrollado, se podría hacer una quimioterapia... Jessica no lo dudó: la vida del niño era más importante.

«Ella sabía que de todas maneras iba a morir -dice Clint-. No me lo confió sino hasta casi el día de su muerte... pero creo que ella lo sabía y que por eso debía darle al bebé todas las posibilidades que ella pudiese». Y aunque probaron otro tipo de métodos menos ofensivos, el cáncer no cejó en su avance.

La noche del 5 de febrero, Jessica se fue a dormir con un fuerte dolor de cabeza y nauseas... y ya no se levantó. Al día siguiente, el hospital dio su veredicto: muerte cerebral.

Y entonces sucedió un pequeño milagro. Los doctores pensaban que Jessica estaba embarazada de 25 semanas, pero tras su muerte comprobaron que el embarazo sólo contaba con veintitrés semanas y media, fecha límite para sacar al bebé y ponerlo en una incubadora. ¿Coincidencia?

«Yo sólo puedo agradecer a Dios por eso, pues Jessica murió justo cuando el bebé pudo vivir fuera de su vientre», dice un emocionado Clint en la entrevista.

Y hablando de Clint, ¿cómo vivió él todo este momento? «Algunas veces es más fácil ser generoso cuando te suceden a ti las cosas, pero es muy difícil serlo cuando pierdes a quien tú más amas [...] Y siendo muy sincero, debo decir que durante el primer mes tras la muerte de mi esposa no podía abrir mi Biblia o rezar». No le fue fácil.

Ahora ha superado ya ese paso... pero aún debe llorar más a su mujer. Y, sin embargo, se empieza a ver luz en el camino.

«Amigos míos, Dios debe ser alabado. No dudéis de Dios; no os enojéis con Él por mí. He sido un privilegiado por haber tenido una esposa tan llena de amor al Padre. Alegraos conmigo. Dios ha bendecido a Jessica para llevársela a un lugar de perfecta paz y sin dolor. Debo ser agradecido por el tiempo que estuve con ella más que demostrar ingratitud por las cosas que nunca hicimos juntos».

No sé a ustedes, pero para mí el domingo de Resurrección de este año se me presenta de un color distinto. Jessica Council me ha demostrado cómo, de su muerte -heroica, generosa, materna-, ha brotado la vida en todo su esplendor. No, ella no ha muerto. Vive en los ojos cálidos de su hijo recién nacido; vive en la esperanza inquebrantable de su marido; y, sobre todo, vive, junto con su Señor Resucitado, en la Eternidad. 

Autor: Juan Antonio Ruiz J.

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http://corazoneucaristicodejesus.blogspot.com




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11 comentarios:

  1. Vaya testimonio nos traes! una maravilla, quedo sobrecogida. Esto es creer en la Resurrección!
    un abrazo

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  2. Buenos días. Conmocionado me deja,el amor más parecido siempre es el de la madre, por eso me sorprenda a veces tanta desnaturalización y maldad en la mujer. Un abrazo.

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  3. Hola Capuchina,
    El Amor de esa MADRE y la fortaleza de su esposo me conmueven. Nos dan un SÍ A LA VIDA a toda voz.

    Besotes y
    Dios te bendiga siempre.

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  4. ¡Vaya testimonio edificante,
    lleno de Amor, heroismo, y de
    resurrección!
    ¡Muchas gracias! Los testimonios,
    como la vida de los santos,
    son estímulos en nuestro
    caminar hacia la vida del
    PADRE.
    Un abrazo.
    Dios te bendiga!!!

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  5. Qué bonito lo que nos traes hoy, hay personas así, que entregan la vida cada día por los demás. Besos.

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  6. Amen.

    Que historia ejemplar, la de Jesica. Dios la tenga en la gloria, eso es seguro.

    Un placer leerte.

    Rosa

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  7. MADRE MIA CAPUCHINOS QUE TESTIMONIO. QUE AFORTUNADOS SOMOS TODOS DE PODER COMPARTIRLO.

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  8. Qué generosidad la de esta madre que contrasta con el egoísmo de muchas mujeres insensibles a la nueva vida de su propio hijo.
    Es un gran ejemplo de donación de amor y de vida en esta Pascua.
    Un beso

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  9. Impresionante ¡¡¡
    Me ha recordado la historia de una amiga Es distinta, pero es importante saber que hay opciones.
    A ella,embarazada y con cancer
    solo le ofrecian como solución abortar y luego empezar el tratamiento contra el cancer
    Le dijeron que si no abortaba podian morir ella y el niño y dejaría huerfanos de madre a los otros hijos.
    Ella acudió a Navarra, hecha polvo. Allí le ayudaron, le dieron soluciones.
    Ahora ella está bien. La peque nació perfecta y es un terremoto.
    Es indignante que los primeros médicos no le ofrecieran mas opciones
    Dejo un enlace sobre el tema
    http://www.cun.es/la-clinica/servicios-medicos/patologiamamaria/el-cancer-de-mama/cancer-y-embarazo/
    Uff, siento haberme alargado en el tema
    Un fuerte abrazo

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  10. El Amor es fuerte como al Muerte, sus aguas no lo apagaran.....
    Te da la Vida estos testimonios, eh?
    Gracias Capuchino......en el blog SER PERSONA, hay un video que te encantará......te pondría el enlace..pero aún no domino la técnica....cachissssss.

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  11. Capuchino, después de días ajetreados vengo y me instalo con calma para leer las entradas que me perdí. Esta me emociona mucho, que tal fuerza que tiene el Amor.
    Besitos,

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