jueves, 22 de febrero de 2018

"...todo en todo"



-Escucha lo que acabo de meditar en la oración antes de la Misa, me decía mi amiga.

"Esfuérzate por contemplar a Dios, espérale interiormente sin cansarte, búscale a la medida de tus pensamientos, violenta tu voluntad y sus decisiones, fuérzalas para que tiendan continuamente hacia Él. Verás como viene a ti y establece en ti su morada. Él está allí, observando tus razonamientos, tus pensamientos, tus reflexiones, examinando cómo lo buscas: si es con toda tu alma, o negligentemente. Y cuando vea que lo buscas con ardor, enseguida se te manifestará, se te aparecerá, te concederá su auxilio, te dará la victoria y te librará de tus enemigos.
En efecto, cuando haya visto cómo le buscas, cómo pones en Él continuamente tu esperanza, entonces verás cómo te instruye, te enseña la verdadera oración y te da la caridad verdadera que es Él mismo. Entonces Él lo será todo para ti: paraíso, árbol de la vida, perla preciosa, corona, arquitecto, agricultor, un ser sometido al sufrimiento pero que no queda afectado por Él, hombre, Dios, vino, agua viva, cordero, esposo, guerrero, armadura. Cristo todo en todos. Igual que un niño no puede ni alimentarse ni cuidarse solo, sino que no puede hacer otra cosa que mirar, llorando, a su madre hasta que ésta, movida por la compasión, lo atiende, así las almas creyentes lo esperan todo de Cristo y le atribuyen todo lo que es justo."

-Sí, es para meditarlo, me retiraré, pero no al desierto.


+S. Macario de Egispto



.