Luz en el interior

Él vive, está ahí, hay luz. Luz
que es gracia para que la vida tenga valor las veinticuatro horas del día.
Allí llega el gozo y la alegría
con sólo entrar en el interior. Es allí, en esa habitación espiritual, donde
encuentro la paz y las fuerzas que necesito. Y cuando entro, cierro
delicadamente todas las puertas para poder estar a solas y que nadie pueda
entrar, pues lo único que busco es esa intimidad en medio de tanto ruido; porque es allí donde puedo hablar
serena y mansamente sin que nadie pueda molestarme.
En este lugar, y en cualquier
momento del día, con esa suave y delicada luz, es donde se encuentra paciente
esperándome siempre.
Es el mismo que se les aparece a sus
discípulos después de su muerte. Es el mismo que me ve, que me conoce, que sabe
mi nombre... Es el mismo al que le puedo contar todo lo que me inquieta, todo
lo que me ilusiona y que hasta me puede ayudar a superar cualquier problema por
difícil que éste sea.
En ésta cita nunca pongo límite
de tiempo al tiempo porque es el lugar tranquilo y sereno donde le puedo hablar
con entera naturalidad.
Es allí donde quiere que le abra el corazón,
que le hable y que disfrute con su trato.
Es allí donde aprendo a amarlo.
Es allí donde prendo la velita para que no
desaparezca esa luz y esa gracia... y es allí donde le digo que le quiero y que
cuente conmigo en todo momento.
+Capuchino de Silos
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En la privacidad de nuestro interior es donde mejor podemos comunicarnos.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz fin de semana.
Maravillosa pintura de nuestro interior, cuando nos encontramos con nosotras mismas a través de la oración
ResponderEliminarVas a encontrarlo allí donde habita, en tu corazón.
ResponderEliminarFeliz domingo de la Divina Misericordia Capuchino.
ResponderEliminarUn abrazo.
Buenos días Capuchina. Tus entradas son tan bellas que me animan a dejar siempre un hueco para la entrada de esa luz que florece y cambia mi lienzo.Un abrazo.
ResponderEliminarEn el Alma EL habita por la gracia,
ResponderEliminarallí tenemos nuestra morada, nuestro Castillo donde vive el REY, allí a solas...Solo tenemos que recogernos
un poco.¡Gracias Capuchino! Muy profundo.Un abrazo grande.
Dios te bendiga.
Gracias, por su oración por ser un bello sagrario.
ResponderEliminarEl siempre está, qué gran alegría y paz. Se trata de darle tiempo. Gracias por concedérselo.
ResponderEliminarUn abrazo pascual.
Que bellamente hablas de la Intimidad...si, solo desde esa Habitacion en lo mas profundo del corazón sabe hablar El...y siempre tan delicadamente...y sin prisas!!
ResponderEliminarMe encanta como lo describes Capu...preciosa la entrada.
Hermanas, las gracias a usted por su visita,que su vida de oración sea una autentica albanza a Dios, gracias.
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