Sé que es mi
único camino y mi única vía la que me puede llevar a esa magia espiritual para
reconocer y apreciar su justo valor que es lo máximo.
Sé en qué consiste
eso que tanto quiero y deseo y no siento desconfianza sino un delicioso vahído,
una turbación, una especie de virus por verme rescatada y haber conseguido la
máxima libertad que mi corazón anhela: tener la mirada fija en Él. No buscar
otra cosa. Querer que fuese el motivo y fin de todas mis obras y acciones. Te
puede empezar a inquietar pero percibes la chispa de la belleza en el fondo de
tu alma. Y hay tanto de sinceridad en ti que por muy poco capaz que seas en
conseguir la meta, serás suficientemente ayudada por ese ser misericordioso y
puro que tanto amas en profundidad.
Es el comienzo
de un maravilloso final dorado.
Todo para la
eternidad.
Capuchino de
Silos
'