sábado, 16 de enero de 2010

Encuentro

Temiendo del frio de aquél invierno tan gélido, se acurrucó envolviéndose en la pelliza de lana por alguien olvidada; se calzó unas botas altas para la lluvia y el fango y corrió hasta encontrarse con alguien que años atrás había conocido y que acababa de llegar de un largo viaje. Se perdió por aquellos tortuosos caminos por culpa de su vista, pero disponía de tiempo necesario para no hacerle esperar. Habían pasado los años y ansiaba el encuentro del pasado.


A su llegada y al verse abrigados, sintieron el deseo de arrebatarse mutuamente lo que les proporcionaba ese calor que tan feliz les hacía ese momento. Sólo cayeron lágrimas de sus ojos.


No quiero huir, le dijo, pero quiero que me enseñes el camino para no perderme de nuevo.
Entregando su voluntad a la tristeza, huyó.


Pasaron muchos inviernos gélidos como aquél, y su vista fallaba más cada día. Y temió no volver a ver los prados vestirse de color nunca más, para colmar de satisfacción su alma, como tantas otras veces sintió en aquél hermoso lugar.


Pero como cada año, se llenaron de sensaciones nuevas sus praderas; tantas, que aún estando completamente ciega, le acompañaron un sinfín de ellas que la naturaleza le brindaba cada día.


Estaba tan cansada y agotada que dejó de escribir en el ordenador. Sacudió el pelo en ademán de dejar de pensar en “Encuentro”, su última novela.

+Capuchino de Silos


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jueves, 14 de enero de 2010

Khalil Gibran - Haití




"Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes".


Khalil Gibran


Podemos colaborar con quienes van a enviar ayuda para aliviar el sufrimiento de la población (algunas fotos terribles vistas aquí, gracias a Bacepundit).Aquí algunas instituciones que pueden servir para ello:


Cáritas Española (Tfno 902 33 99 99)SANTANDER 0049-1892-64-2110527931BBVA 0182-2000-21-0201509050POPULAR 0075-0001-81-0606839307BANESTO 0030-1001-38-0007698271CAJA MADRID 2038-1028-15-6000969697LA CAIXA 2100-2208-39-0200227099CECA 2000-0002-20-9100382307BANCAJA 2077-1277-10-3100146740CAM 2090-5513-04-0040370409Y EN LAS CUENTAS DE LAS CÁRITAS DIOCESANAS
CajaSol Cáritas Diocesana de Huelva 2106-1101-13-1134656536
Ayuda a la Iglesia Necesitada (Tfno 902 636 737)
Banco Popular: 0075 0080 17 0601667548
Indicar referencia TERREMOTO HAITÍ
Manos Unidas
Banco Santander, referencia 'Emergencia Haití' 0049 1892 63 2210525246
Cruz Roja (Tfno 902 222 292)
BBVA 0182 5906 86 0010022227
Banco Español de Crédito 0030 1001 35 0004707271
Banco Sabadell-Atlántico 0081-0627-34-0001114312
Bankinter 0128-0010-97-0100121395
Caja Madrid 2038-0603-29-6006640085
C.E.C.A. 2000-0002-28-9100510908
Deutsche Bank y Bancorreos 0019-0631-22-4010202020
La Caixa 2100-0600-85-0201960066
Banco Popular 0075-0001-89-0600222267
Banco Santander 0049-0001-53-2110022225
Triodos Bank 1491-0001-21-0010003006
Uno - e 0227-0001-85-0202438590



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miércoles, 13 de enero de 2010

Haití

"SI NO SE VIVE PARA LOS DEMÁS, LA VIDA CARECE DE SENTIDO" Teresa de Calcuta



HOY NOS LEVANTAMOS CON UN NUEVO Y CRUEL MAZAZO DE LA NATURALEZA...cruel hasta el infinito llenando de destrucción y muerte donde ya había demasiada debido a la máxima pobreza.

+Capuchino de Silos


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lunes, 11 de enero de 2010

Mi voz


Mi vozEn este tiempo violento y sin sosiego que inunda el espíritu de desechos, agotando cada día el caudal de la esperanza.
En este tiempo de hoy dónde la inquietud fatiga alejando la danza de los sueños.
En este tiempo de llanto, dónde los odios matan el alma, sembrando sin demora la desconfianza y el miedo…


En este tiempo que me ha tocado vivir…


Quisiera que la violencia no acune en mi morada matando la virtud.
Que el desasosiego no destruya ni aparte la danza de mis sueños.
Que mis ojos no enrojezcan por el llanto y por los miedos.
Que el dolor no apague el rosa de mi boca.
Que mi alma halle plantaciones perfumadas.


Y…cuando piense en el hoy…


Quisiera un pensamiento
que me hablase de todo lo que hoy mi corazón anhela. 


+Capuchino de Silos


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sábado, 9 de enero de 2010

A Fusa. (Coton de Tulear)



Me cortejas, espuma algodonosa blanca,
que roza blanda y suave
como el arroyo lamiendo las arenas.


Le ofrezco mi aire siempre alegre
jugando con sus gozos,
dejándome lamer por ella.


¡Momentos que se han ido,
que se escapan…que están lejos!


Fiel guardiana de mis días.
En un instante…
eleva su expresiva y noble cola,
en algarabía vehemente, siempre loca,
ladrándoles a los mudos espectros
que amenazan mis tardes en solitario.


+Capuchino de Silos


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viernes, 8 de enero de 2010

Sueño inconcluso



Busco, sin cesar, aquel poema que hablaba de ti. El que conservaba en ese espacio tan mío y escondido, dónde calladamente te susurraba sin llegar a la tristeza.


Lo busco sin cesar para pasear por aquellas playas de arenas blancas, por aquellas playas que descansaban sus aguas azules, en las tardes soleadas de verano y que tanto inquietaban las noches, dando refugio a las estrellas.


Lo busco para ofrecerte aquel poema silencioso que guardo, después de tantos años, con palabras que no se logran decir para llegar a entender. Aquel poema tan débil y tan fácil de romper como el tallo joven de una flor.
Busco aquel poema para que, hallándote dormitando en los sueños de la noche, te hable de playas blancas, de tardes soleadas, de noches con estrellas. Desde que te conocí he buscado aquel poema.


Ya se ha hecho tarde.


Aquel que da la hora ya no hace sonar las campanadas.


La música del viento trae a la memoria aquel poema ayudándome a escribir estos recuerdos.


+Capuchino de Silos


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miércoles, 6 de enero de 2010

Flor de cactus



Quise que el momento fuese útil, sacarle el máximo provecho al día. No deseaba que terminase sin crecer en el cielo. Sin aumentar en felicidad y riqueza por no haber logrado el sueño. No quise entregarme a la falta de ánimo y dejarme vencer por el desaliento.
No quise permitir que me quitasen el único derecho que me quedaba: manifestarme en palabras. Creo que las palabras pueden cambiar el mundo y constituyen la naturaleza de las cosas y mis ideas permanecerían sin alteración alguna en mi pensamiento.
Mis deseos eran otros. No quería hacer de mi vida algo común o vulgar porque estamos llenos de tristezas y abatimientos. La vida se encuentra despoblada y llena de manantiales y bellas arboledas. La misma que nos trastorna y arruina convirtiéndonos en personajes de nuestra propia obra.
Yo podía aportar con una sola frase y no dejarme engañar para conseguir el cielo y con él su riqueza. Tenía que ser libre aunque el viento me trajese la tempestad.
No llegaría a caer en la resignación por la falta de comunicación, prefería hacer palabras y frases elaborando argumentos, aunque, estos argumentos fuesen para cosas pequeñas y cotidianas.
Hubiera sido un grave error, por mi parte, caer y traicionar mis propias creencias yendo contra mí misma. Hay que vivir con intensidad e implicarse.
En mí está el futuro haciendo frente, trabajando con arrogancia y sin miedos. Máxime, por causas nobles.
Aquellos que se sostuvieron al verme “caída” en mis sentimientos y creencias serán los mismos que me ayudarán a seguir andando por la vida porque no permitiré pasar por ella sin vivirla.


+Capuchino de Silos



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Reino dorado


Los niños


En la última playa del mundo los niños se reúnen. El infinito azul está a su lado, al alcance de sus manos. En la orilla del mundo, más allá de la luna, los niños se reúnen, y ríen, gritan y bailan entre una nube de oro.


Con la arena rosa, dorada, violeta -en el alba, al medio día, por la tarde- edifican sus casas volanderas. Y juegan con las menudas conchas vacías. Y con las hojas secas aparejan sus barcas y, sonriendo, las echan al insondable mar. Los niños juegan en la ribera del mundo, más allá del cielo.


No saben navegar, ni saben lanzar las redes. Los niños pescadores de perlas se hunden en el mar y, al alba, los mercaderes se hacen a la vela; los niños entretanto acumulan guijarros de colores y luego, sonriendo, los dispersan.


No buscan tesoros escondidos, ni saben echar las redes. Sube la marea, con su ancha risa, y la playa, sonríe con su pálido resplandor. Las ondas en que habita la muerte cantan para los niños baladas sin sentido, como canta una madre que mece la cuna de su hijo. La ola baila y juega con los niños y la playa sonríe con su pálido resplandor.


En la última ribera del mundo los niños se reúnen. Pasa la tempestad por el cielo solitario, zozobran los navíos en el océano sin caminos, anda la muerte, anda la muerte, y los niños juegan, entre una nube de oro. En la orilla del mundo, más allá de la luna, los niños se reúnen en inmensa asamblea de risas y de danzas y de juegos y de cantos.


Rabindranath Tagore


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domingo, 3 de enero de 2010

Carta a los Reyes Magos de Oriente


A ti Melchor pediré que a la que mi hija es pueda yo pueda verla crecer y feliz a poder ser.


A Gaspar le pediría un buen saco de alegría para que en casa nos de.


A ti Baltasar te pido que nos deje mucha miel para poder obsequiar a los amigos también.


No olvidaros de los pobres que necesitan abrigo; de los tristes, que no tienen ni alegría con sus hijos.


No olvidaros de los niños que carecen de cobijo: traedles mochilas llenas todas ellas de cariño.


No olvidaros de traer un buen saco de esperanza para que viva aliviado aquél a quien le haga falta.


A los campos y las tierras cargarlos de mucho trigo para que puedan comer todos los hombre y sus hijos.


La Paz y el Amor…ni os pido; sé que vuestros corazones no lo echarán en olvido.


+Capuchino de Silos




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viernes, 1 de enero de 2010

Nocturno



Tarde el cielo baja y me sonríe.
Glorioso gozo, divino ángel que me envuelve.

Paraíso perdido en suspensión por un instante.
Que acaba,
que se pierde en lo más alto de la tarde.

¡Vuelve!

+C.

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